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Hilda, Jessica, Yarlin y más de 20 mujeres del barrio Sucre en la comuna 9 de Cali, quienes viven en condiciones de vulnerabilidad, participaron de la jornada de sensibilización organizada por la Corporación Viviendo, en articulación con la Secretaría de Seguridad y Justicia de Cali.

Durante la actividad se trabajó de manera integral en la sensibilización, fortalecimiento y empoderamiento para el emprendimiento, con el objetivo de otorgar a las mujeres herramientas para desarrollar sus negocios y abrir nuevos caminos de vida.

El equipo de Prevención de Violencias Basadas en Género de la Secretaría de Seguridad y Justicia las acompañó durante el proceso para darles a conocer la ruta de atención a víctimas, conversar con ellas sobre los tipos de violencia que hay contra la mujer y sus consecuencias, las señales de alerta y la oferta que tienen el Estado y las instituciones para que puedan acceder a la justicia. En este caso, a través de las Comisarías de Familia y las Casas de Justicia en Cali, donde son atendidas por profesionales en las áreas psicosociales y jurídicas.

“Se trabajó de manera articulada para que las asistentes conozcan formas para desarrollar sus competencias socio emocionales que les permita, a su vez, fortalecer sus negocios de una manera segura. Ellas quieren una nueva oportunidad de vida y por lo mismo se les hace un acompañamiento desde la prevención de violencias contra la mujer, para que puedan manejar sus propios negocios de manera integral”, indicó Henry Rivera, coordinador del equipo de prevención de violencias de Género de la Subsecretaría de Acceso a Servicios de Justicia.

Ellas, en su mayoría laboran como cuidadoras, modistas, cocineras, peluqueras y otros oficios que les permite visualizar su desarrollo personal y el de sus familias desde otras perspectivas.

Hilda Carolina Rojas, quien a través de la Corporación se ha beneficiado con educación para el trabajo, tiene hoy en día su peluquería en la casa, comentó que “antes faltaba apoyo y la gente no veía sino la venta y compra de vicio como la única oportunidad que había en el barrio, pero ahora ya ven que, cepillando cabello, arreglando uñas y haciendo otras actividades, pueden también salir adelante”.

Así mismo Jessica Andrea Mendoza, quien trabaja en zapatería con su esposo, comentó que “los emprendimientos les permiten salir adelante, es importante aprender a desarrollar las ideas, cómo iniciar y cómo mantener un negocio”.

De esta manera las mujeres del barrio Sucre pueden visualizar otras opciones de vida, diferentes a la prostitución o a la vida en situación de calle, aprovechan los aprendizajes, recursos y competencias que les permite fortalecerse como mujeres  emprendedoras y seguras.