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En Cali se cumplió la segunda jornada de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre las Drogas, encuentro en donde diferentes expertos debatieron la importancia de una nueva política de estas sustancias para Colombia y la región, y de esta forma transitar a economías legales y proteger el medio ambiente y la vida.

“Aquí estamos discutiendo los alcances que tendrá la nueva política y, aunque aún no la conocemos, tenemos unos indicios de los cambios de narrativa y también las limitaciones dentro del marco de la prohibición. Yo creo que uno de los cambios de este gobierno es que no se va a controlar la oferta persiguiendo al pequeño cultivador y eso ya es una ganancia”, indicó María Alejandra Vélez, panelista de la conferencia y directora del Centro de Estudios sobre Seguridad y Drogas.

Una de las conclusiones que arroja hasta el momento la conferencia es que la premisa del Gobierno Nacional es trabajar por las comunidades y el campesinado, esto, priorizando la lucha contra la cocaína y no contra la hoja, es decir, el Estado ofrecerá a los territorios con cultivos, el tránsito a economías lícitas con alternativas de uso no narcótico.

“El campesino cocalero no es un objetivo militar, no se beneficia de esto y hace parte de unas dinámicas de pobreza que hay que resolver; con el gobierno de Gustavo Petro vemos un resurgir y en esta conferencia tenemos una parte representativa de los campesinos que piensan que las nuevas políticas no deben ser militarización sino el desarrollo; en eso ya hay un consenso en la academia, el gobierno y la investigación en general”, explicó Estefanía Ciro, investigadora y panelista de la conferencia.

En este segundo día también se discutió sobre la efectividad de las estrategias y acciones implementadas para hacer frente a la producción y el tráfico de drogas, además de analizar los desafíos y oportunidades que plantea la regulación en contraposición al modelo prohibicionista.