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Hacer de la tierra un lecho próspero, reverdecer el ecosistema y cosechar los frutos  del empeño y la dedicación, una tarea que traspasa la labor de la agricultura y que la Alcaldía de Cali ha convertido, paso a paso, en uno de los pilares del fortalecimiento del tejido social.

Historias de vida se suman cada día al proyecto movilizador ‘Sistema Distrital de Huertas Urbanas’, una incitativa de la administración del Puro Corazón que se ha tomado cada punto cardinal de la ciudad y que tiene como objetivo generar capacidades de autogestión en las poblaciones vulnerables de Cali y su área rural.

Paola Andrea Pinchao es una mujer aguerrida, solidaria y emprendedora, características que le han valido para ser llamada Guardiana del Jarillón, el mismo lugar en donde hoy, en el oriente de la ciudad y a tan solo unos metros del sector de Renacer de los Samanes, cosecha frutos y hortalizas.

“Estoy muy feliz de ver el territorio como está ahora, lleno de verde y alegría. Esto antes era una escombrera, un lugar en donde abundaba la tristeza y nos lo hemos  apropiado sembrando frutos sin químicos, algo que nos recuerda nuestras raíces campesinas”, expresó Paola Pinchao, quien está al frente de la huerta Fénix, un nombre que le dio la comunidad por la transformación del espacio, el que renació de las cenizas.

Este proyecto social es liderado por el Plan Jarillón que pertenece a la Secretaría de Gestión del Riesgo de Emergencias y Desastres, pero tal ha sido su éxito que las diferentes dependencias de la Alcaldía se han sumado a esta importante labor en aras de la gobernanza ambiental.

Es así como en la ciudad ya hay un total de 490 huertas y más de 4,7 hectáreas para la producción de frutos, flores y hortalizas. De acuerdo con la Alcaldía, estas cifras hoy están encaminadas a establecer un sistema de agroecología rural, periurbano y urbano para el desarrollo territorial sustentable del Distrito de Santiago de Cali.

“Tenemos que consolidar el Sistema Distrital de Huertas Urbanas, no solo se trata de un sistema alimentario sino que también de cómo reconcilia con la vida cuando se siembra, lo que significa labrar la tierra y construir con las manos el huerto”, señaló el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina.

Las bondades de las huertas de Cali ya se escuchan en el mundo entero y  representantes de la Organización de Naciones Unidas Hábitat, llegaron hasta la capital del Valle para constatar su majestuosidad y productividad.

“Es muy bueno ver que en Cali se está conectando las necesidades de mitigar los riesgos que trae el cambio climático, además de la construcción de este espacio para integrar a la comunidad en la siembra de estos frutos”, dijo Taylor Gardner representante de la ONU Hábitat.

Estas estructuras naturales son impulsadas desde la Alcaldía de Cali como el mecanismo más efectivo para la reconciliación con el planeta. “Una iniciativa que ha dado frutos tanto ambientales como sociales y económicos, el medio para que las personas puedan fungir su proyecto de vida”, concluyó el gerente del Plan Jarillón de Cali, Eli Shnaider.