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Lechuga, cebolla y tomate son algunos de los vegetales que 25 niños y niñas del Instituto de Ciegos y Sordos empezaron a germinar en su Huerta por la Vida, un proceso nacido del ciclo de formación en Cultura Ciudadana, que se adelantará en articulación con el equipo de Cultura de Paz Interespecie.

Este espacio, de la Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana, que se llevará a cabo durante cuatro encuentros presenciales teórico –prácticos, terminará con una huerta comunitaria que apoyará en el proceso de transición de los estudiantes a los colegios regulares.

Así lo afirmó la subsecretaria Yury Paola Molina Córdoba. “Desde la Alcaldía de Santiago de Cali nos articulamos en este proyecto donde están inmersos los niños y las niñas de segundo y tercer grado, junto a los profesores y padres de familia”. Y agregó que de esta manera se fomenta “el cuidado del medio ambiente y también los cultivos orgánicos. Así continuamos fomentando la cultura ciudadana y embelleciendo y cuidando de nuestra casa común”.

En los encuentros que se realizarán hasta inicios del mes de abril, los participantes obtendrán conocimientos en: germinación de semillas, diseño de huertas, compostaje y en capacidades comunitarias y sociales, que giran alrededor de esta práctica ambiental.

“La idea es que, por medio de estos talleres, que tendrán una duración de dos horas, ellos entiendan y reflexionen acerca del valor de los alimentos orgánicos; el valor de todo lo que realizan los campesinos en el área rural; los comportamientos y hábitos que deben tener para proteger y preservar las semillas, los ecosistemas y los parques”, afirmó Daniel Téllez, líder del proceso de Cultura de Paz Interespecie.

Además, motivarán capacidades que aporten a la introducción de los niños y niñas a los demás espacios de sus vidas.

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“Esta actividad resulta pertinente porque nos crea una cultura de paz desde los pequeños espacios micro sociales e institucionales. Lo importante es que lo que trabajan aquí los niños, lo puedan replicar en otros grupos y sus grupos de pares. Entonces esta es una oportunidad para que ellos puedan interactuar desde una mirada incluyente, pero también una mirada de la paz y la cultura ciudadana con sus compañeros para generar sana convivencia”, aseguró Jessica Umaña trabajadora social de esa Institución.

Uno de los participantes de este espacio es Juan David Viáfara, quien describió su experiencia como chévere. “Me gustó porque sembré cebolla y cilantro y voy tener una huerta porque las matas todas son muy lindas”, dijo el estudiante.

Es importante recordar que el proceso de las Huertas por la vida es el resultado del trabajo que la Administración Distrital viene adelantando desde el 2019, como parte de la pedagogía de cultura ciudadana, el cuidado del medio ambiente y la prevención de las violencias, a través de la soberanía alimentaria.