Todas las actividades que desarrollamos los seres humanos dejan un impacto en el medio ambiente, y las obras de construcción no son la excepción porque en cualquier proyecto de este tipo se aprovechan y usan recursos naturales como árboles, agua y suelo.
Por esta razón, el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, Dagma, tiene un grupo operativo de Gestión Urbanística Ambiental que ejerce seguimiento y control ambiental a los proyectos urbanísticos y de infraestructura con más de 500 m2 construidos, catalogados de mediana y alta complejidad.
La ingeniera ambiental Viviana Huetio, líder de este equipo de trabajo, afirmó: “Cali es la única ciudad del país que tiene un grupo creado específicamente para el control y seguimiento de los impactos ambientales en las obras civiles de esta envergadura; adicionalmente, Cali tiene una gran biodiversidad de flora y fauna silvestre que es susceptible de afectación por estos proyectos urbanísticos debido también a que la ubicación de la mayoría de ellos es cercana a suelos de protección ambiental”.
Agregó la funcionaria que “En cada visita técnica se evalúan todos los aspectos y ambientales y se generan exigencias y recomendaciones para una construcción sostenible”.
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El equipo de Gestión Urbanística verifica, a través de visitas técnicas, el cumplimiento de las obligaciones ambientales de las constructoras y adicionalmente, cuenta con un instrumento de control, único en el país, denominado Concepto Ambiental de Obra (Res. Dagma 1055 de 2015), que es voluntario para los desarrolladores, y a través del cual se evalúa que antes de iniciar obra el proyecto haya cumplido con todos los aspectos ambientales e implemente un Plan de Medidas de Manejo Ambiental, PMMA, para prevenir y mitigar impactos no deseados.
En consecuencia, con la realización de las visitas técnicas y la evaluación del Concepto Ambiental de Obra, en los proyectos de gran envergadura, se revisa de manera permanente el cumplimiento de aspectos como la distancia de las franjas de protección forestal que son distancias reglamentarias de fuentes hídricas, la protección de los individuos arbóreos que no serán intervenidos, la disminución de partículas al ambiente, el adecuado manejo de los residuos de construcción y demolición, el cumplimiento de protocolos de ahuyentamiento en caso de presencia de fauna silvestre, entre otros.
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Así mismo, recomienda una correcta señalización y la ubicación de polisombras para delimitar zonas de construcción y medidas de seguridad para la protección de transeúntes.
Este grupo operativo además, expide determinantes ambientales para predios en los que se planea un futuro desarrollo constructivo, con el fin de informar sobre las afectaciones ambientales del mismo (que pueden disminuir el área útil de construcción) evitando así impactos negativos a los recursos naturales y que se promueva un diseño arquitectónico en armonía con su entorno natural.
