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Conscientes de la importancia que representa la flora silvestre para la biodiversidad del país, el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma) mediante el establecimiento de vedas pretende establecer restricciones y fomentar la protección para especies de flora que presentan peligro de extinción en la región.

Veda es una regulación del uso o aprovechamiento de ciertas especies, grupos taxonómicos o productos de la flora en el territorio a nivel regional o nacional, especialmente aquellos que se han identificado con alguna categoría de vulnerabilidad o amenaza para su conservación.

“Es importante abstenerse de comercializar y consumir especies en veda, ya que sin ellas la humanidad se encontrará con la aparición de enfermedades, catástrofes y riesgos innecesarios. Debemos aprender a convivir, proteger y respetar nuestro entorno”, manifestó la ecóloga, Diana Carolina Estrada, coordinadora de Flora Silvestre del Dagma.

Por ello, el Dagma invita a la caleñidad a conocer algunas de las especies arbóreas que, por su importancia ecológica y por estar en vía de extinción, tienen prohibido su uso y comercialización.

Algunos de los individuos de flora  que no se pueden utilizar ni comercializar por encontrarse en veda son: Pino Colombiano, Nogal, Hojarasco, Molinillo, Caparrapí, Comino de la Macarena, Helecho macho, Palma boba o Palma de helecho, Palma de cera,  todos los tipos de Mangle, Roble, todas las especies de musgos, líquenes, lamas, parásitas, quiches y orquídeas, a excepción de los cultivos de flores y plantas explotadas comúnmente como ornamentales, de plantaciones artificiales en tierra de propiedad privada.

“Se debe cuidar el mangle rojo, pues está desapareciendo de tres a cinco veces más rápido que el resto de los bosques del planeta causando un grave impacto ecológico y socioeconómico”, manifestó Adriana Morales, ecóloga del Dagma, quien estima que la cobertura de manglares se ha reducido a la mitad en los últimos 40 años.