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Pensando en el bienestar común y colectivo y bajo la premisa de privilegiar la vida de los habitantes de Cali, el alcalde Jorge Iván Ospina Gómez ha dado la orden para desalojar a quien invada el jarillón del río Cauca.

“Esta determinación se toma por encima de la especificidad de la familia o persona que se ubique en este dique de protección. Quienes habitamos esta urbe, necesitamos entender que el jarillón es un cordón de vida, que debe ser protegido por todos y no puede soportar asentamientos no formales”, sostiene el jefe del Ejecutivo caleño.

Según el mandatario, se han venido invirtiendo miles de millones de pesos en la recuperación de esta estructura. “El esfuerzo inició en mi primer gobierno, se consolidó en la Administración del alcalde Guerrero, se mantuvo en la de Armitage y prosigue en mi segunda gestión. Es la intención de que todo el jarillón sea reparado y que no pueda tener una fractura, que lleve a que se inunde en principio el oriente de esta capital”, argumentó.

Finalmente, Ospina Gómez reiteró que el jarillón del río Cauca no puede ser escenario para la construcción de viviendas. “Cuando se construyen casas en su corona y se cavan y se instalan redes de servicios públicos, se podrían generar fisuras que luego se traducen en fracturas del mismo dique. Y cuando se presente una inundación en la ciudad, ellos no van a aparecer y la Alcaldía tendría que responder y no teniendo cómo hacerlo frente a un millón de personas inundadas. No pueden estar allí y no se permitirá que estén allí. De ahí que continuarán los desalojos”, concluyó.