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A cinco días del inicio de los primeros juegos panamericanos Junior, 3.000 voluntarios llegaron al Estadio Pascual Guerrero a realizar un compromiso de disciplina y dedicación a la caleñidad con un juramento significativo para la ciudad y el desarrollo de los juegos.
En octubre de 2020, la organización de los Juegos Panamericanos dio inicio a la convocatoria, selección y capacitación del voluntariado a nivel nacional e internacional, en que adolescentes, adultos y adultos mayores participaron con la ilusión de ser parte de la historia de los I Juegos Panamericanos Junior, y hoy por hoy, tras un año el proceso, 3.000 voluntarios portan el uniforme que los identifica como tal.
Con este juramento, los voluntarios reafirmaron su rol en la historia que Cali está haciendo con la realización de la primera versión de estos juegos en categoría junior. “Para mí, el juramento es un pacto de compromiso no solo hacia los juegos, sino hacia las mismas personas de la ciudad y hacia todo aquello que va entorno al desarrollo de estas justas”: fueron las palabras de Luis Gabriel Parra,  quien fue el representante de los voluntarios en realizar el acto de promesa al público.
Durante el evento, tras repetir a una sola voz “sí lo juro”, los organizadores hicieron entrega de forma simbólica el uniforme oficial para los voluntarios, un kit exclusivo y el agradecimiento por su voluntad de hacer parte de la historia que conlleva participar y vivir este evento histórico.
Carolina Nuñez, coordinadora de voluntariado añadió que: “El juramento representa esa parte del voluntario en la cual se compromete totalmente al desarrollo de los juegos”.
Para finalizar el acto, de manera generalizada el médico Jorge Iván Ospina, expresó el agradecimiento a los miles de voluntarios que tomaron la decisión de ser parte de la historia de Cali y ser la cara amable de la ciudad que acoge a más de 4.000 extranjeros en los días del evento.