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El sector de la Unidad Deportiva de San Fernando y desde el Hospital Universitario hasta la Manzana del Saber conforman un espacio de mucha actividad y movilidad. Sin embargo, los habitantes aseguran que faltan más parques y senderos naturales para proyectar una ciudad más amable e integradora.

“Cuando venimos del Parque de las Banderas, que es más asfalto que naturaleza, nos encontramos con muchos cruces que no permiten caminar la ciudad con tranquilidad. Es desconcertante ver como es desperdiciado el lote del antiguo Club San Fernando, que puede darnos más espacio público en un sector que tiene mucha concurrencia” expresó Ricardo Micolta, vecino del sector.

Este lote fue recuperado por la Alcaldía de Cali, que ya empezó a realizar las adecuaciones del terreno mientras se trabaja en la convocatoria de diseños y estudios administrativos para el Parque Tecnológico y de Innovación que se construirá en el lugar.

Dentro del lote se puede ver como la naturaleza se ha tragado los últimos escombros del que fuera el primer club social de la ciudad. Se observa como el deslizador de la piscina de niños es lo único que queda a flote.

Un equipo operativo del Dagma inició labores en el lugar para limpiar la maleza que se ha tomado el lugar y resaltar la majestuosidad de los árboles que le han ganado a la historia del lugar.

“La actividad de fauna ha desplazado semillas con desarrollo descontrolado. Estamos gestionando el mantenimiento y recuperación del paisaje. Retirando las plantas invasoras y rebrotes inadecuados para el correcto desarrollo del proyecto del Parque Tecnológico”. Explicó Camilo Salamanca, coordinador del Equipo Operativo de Gestión de Flora, del Dagma.

“Este es un lugar para que toda la ciudadanía y visitantes lo disfruten, en este momento es un museo a la naturaleza, reitera Salamanca.

El proyecto movilizador del Parque Tecnológico tendrá un 78 % de espacio público que conservará todos los árboles del lugar. “Trabajamos todo el ecosistema y la conservación de árboles representativos como nichos de control de islas de calor y hábitat de fauna que se han conservado en el lugar como árboles de pan, ceibas y un samán de más de 70 años que se encuentra en la mitad del predio” informó el coordinador del Dagma.

El Samán fue sembrado por un entrenador de tenis muy apreciado por la comunidad de socios del Club San Fernando. Desde entonces, este prominente y frondoso árbol ha cobijado millones de historias que hoy se proyectan hacia una nueva era de innovación y tecnología.