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En ‘Liderazgo deportivo para la transformación social’ se diplomaron más de 100 personas, entre jóvenes de distintos sectores de Cali, promotores comunitarios y líderes de la comuna 21. La ceremonia se realizó en el auditorio principal de la Escuela Nacional del Deporte.

El diplomado fue promovido por la Alcaldía de Cali, en cabeza de Jorge Iván Ospina, y la Secretaría del Deporte y la Recreación, con el apoyo de la Escuela Nacional del Deporte, la Universidad Santiago de Cali y Bellas Artes.

“Con el diplomado se busca brindarles herramientas en el deporte, pero también como seres y ciudadanos, generando sentido de pertenencia, amor por su ciudad y cultura ciudadana; que entiendan que cada persona colocando su granito de arena puede transformar la ciudad”, destacó Carlos Alberto Diago, secretario del Deporte Distrital.

El funcionario dijo que se espera seguir fortaleciendo ese liderazgo. “El deporte es un reactivador económico pero, sobre todo, un transformador social. Recordarles su esencia como personas y del poder transformador de cada uno y de todos como equipo», conceptuó.

Ante el resultado y acogida, se buscará replicar el diplomado en distintos sectores de la ciudad. En ese sentido, Diago anunció el respaldo, junto con otras secretarías distritales, a clubes de distintos deportes que no tengan más de siete años de labores y a manera de estímulo al emprendimiento.

Al referirse a la graduación, Carlos Alberto Moya, gestor y líder del diplomado, expresó que tiene un significado de esperanza. “Tenemos a más de 100 personas que se han graduado y que tienen un concepto diferente sobre ellos mismos, sobre la vida, sobre el entorno. Esa palabra esperanza redunda en mi corazón y desde ahí se comienza a creer y pensar que un mundo nuevo y mejor es posible”, manifestó.

En diferentes momentos de la ceremonia todos entonaban la consigna entonces qué muchachos, pa’ las que sea’, como señal del compromiso de cada uno con la comunidad y la ciudad y la capacidad de transformar el entorno social con el deporte y el liderazgo como motor.

Felipe Taborda, otro de los gestores, reseñó cómo los titulares de noticias hablan de miles de niños muertos cada año por hambre, mientras el planeta produce o está en capacidad de generar el doble de la alimentación necesaria. “Pero cuando estamos aquí, con gente tan valiosa que sabe lo que hace y este tipo de procesos, de verdad que ese panorama que muchas veces veo tan oscuro, ahora descubro que tiene solución. Ustedes están poniéndole color a ese panorama gris. Muchas gracias por darse cuenta del poder de transformación que tienen en sus manos”, reflexionó.

Jhon Hurtado, uno de los graduados y residente en la comuna 21, habló de los conflictos por las fronteras invisibles y otros fenómenos sociales y del cambio en su vida. «Cada uno de los que están aquí son importantes para Dios. Como en esa película ‘Soñar no cuesta nada’, de los soldados que encontraron esa guaca, la gente cree que la riqueza va a cambiar todo. Pero la riqueza va en lo que tenés como ser humano para brindarle a los que te rodean», expresó.

Diego Fernando López, uno de los jóvenes graduados, manifestó que ser líder no se mide por el número de personas sobre las que se ejerce esa capacidad; ni es mandar, sino cumplir lo que se promete. “Como el prometerse cada día saludar a todos, respetar los semáforos, no arrojar basura a la calle. Parece sencillo, pero hacerlo todos los días por el resto de nuestra existencia, empieza el proceso de transformación», argumenta.

Finalmente, Wálter Sánchez, promotor comunitario, hizo un llamado a compartir las enseñanzas y procesos y a recuperar los valores de la caleñidad, la vallecaucanidad y del Pacífico, el compartir y el civismo. “Está en nosotros y en las futuras generaciones recuperar ese legado», concluyó.