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El componente de Articulación Interinstitucional del Programa Corazón Contento continúa desarrollando las acciones necesarias con otros ejes y organismos de la Administración Distrital, Regional, Nacional o la cooperación internacional pública y/o privada para fortalecer el proyecto comedores comunitarios.

En estas últimas dos semanas, se han beneficiado 435 usuarios de los comedores comunitarios, entre ellos 113 adultos mayores fueron impactados con la articulación realizada con la Subsecretaría de Poblaciones y Etnias y 125 personas entre población indígena, adultos mayores, mujeres, líderes sociales, fueron beneficiados con los talleres de fortalecimiento de capacidades ciudadanas a través de la Secretaría de Participación Ciudadana.

Igualmente, 150 niños, jóvenes y adultos mayores se han capacitado en diferentes disciplinas artísticas a través de la Secretaría de Cultura; 16 mujeres se beneficiaron con los talleres de empoderamiento económico de la Subsecretaría de Equidad de Género; 28 gestores recibieron capacitación por parte de la Gobernación del Valle para fortalecer sus unidades productivas y 3 gestores conocieron la ruta de atención del eje de juventudes con el objetivo de llevar la oferta a los jóvenes de sus comedores comunitarios.

“Los comedores comunitarios reciben también, el apoyo de los ejes de la Subsecretaría de Poblaciones y Etnias a la cual está adscrito el programa; de ese modo tenemos comedores con énfasis poblacional en Lgbti, recicladores, carretilleros, población indígena, adulto mayor, población en condición de discapacidad, habitante de calle, entre otros”, expresó la secretaria de Bienestar Social, María Fernanda Penilla Quintero.

Leonor Garcés, líder del equipo de articulación del programa Corazón Contento, indicó: “Es muy importante destacar la articulación que se ha realizado con el Sena, en la cual tenemos un cupo de 100 personas. aproximadamente, para varios cursos técnicos y tecnológicos en temas ambientales”.

De esta forma, los comedores comunitarios se convierten no solo en espacios para alimentar el cuerpo si no igualmente el alma y promover oportunidades de inclusión social de la población en extrema vulnerabilidad.