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El regreso a clases de niños, niñas y adolescentes, después de más de un año de pandemia y virtualidad, ha sido un reto no solo en términos de bioseguridad para los planteles estudiantiles, sino también en el proceso de reincorporación de sus alumnos al ambiente escolar.

“Uno de esos retos es la salud mental de los niños y niñas, que se ha visto afectada debido a trastornos de ansiedad y síntomas depresivos tales como falta de interés por sus actividades diarias, tristeza, sensación de vacío (aburrimiento dentro de sus casas), cansancio o falta de energía, irritación sin causa aparente, dificultades para concentrarse y tomar decisiones, trastorno del sueño, acatamiento de normas y deberes en el hogar y en su actividad académica”, explicó Andrés Felipe Calderón, psicólogo del equipo de Salud Mental de la Secretaría de Salud Pública Distrital.

 

Lo anterior se debe a factores como la disminución de la actividad física, que generó el aumento de peso y que conlleva a tener un mayor riesgo de sufrir diabetes. Todo esto asociado a las barreras que existían para interactuar entre niños en parques, escuelas o centros deportivos.

Otra de las grandes afectaciones que sufrieron los infantes fue a las funciones cognitivas como el aprendizaje, debido a que la enseñanza virtual es muy diferente a la presencial. El tiempo que desempeñan entre siete y ocho horas frente a una pantalla, no es igual al aprendizaje adquirido en las aulas de clase.

La metodología de la enseñanza virtual permite que los niños y niñas puedan leer más sus apuntes, exigiendo menos memorizar la información a evaluar por parte de los profesores. Esto también ha generado afectación en el lenguaje, ya que la comunicación e interacción se ha realizado en entornos virtuales como los juegos en línea o redes sociales, donde no se hace un buen uso del lenguaje ni se aprende el respeto hacia el otro.

Estas afectaciones han impactado de manera negativa la atención, percepción y concentración, al haber estado en clases virtuales desde casa y en un lugar donde podían dispersarse rápidamente y no sentirse parte de un ambiente académico.

Tips para el regreso a clases…

l  Estrategias de comunicación entre padres e hijos.

l  Ajustar rutinas de sueño, alimentación e higiene personal.

l  Establecer normas, responsabilidades y deberes.

l  Disminuir el tiempo frente a dispositivos electrónicos: tabletas, celulares, televisión, videojuegos, etc.