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En opinión de muchos, el estadio olímpico Pascual Guerrero es sinónimo de reactivación económica en Cali y como buen vecino para los barrios San Fernando, 3 de Julio, Eucarístico y El Cedro.

Al consultar a un grupo de comerciantes, formales e informales, en los alrededores del máximo escenario futbolero de los vallecaucanos, el común denominador es que este centro cultural, deportivo, turístico, empresarial y de servicios, brinda mayúsculas oportunidades a la economía del sector y a la misma urbe.

Para Andrés Fabián González, administrador del restaurante Frisby, a una cuadra del Pascual y sobre la Avenida Roosevelt, el reinicio del fútbol con espectadores genera en las ventas de su negocio un impacto muy positivo, además de incrementar otras oportunidades en sectores como el hotelero y comercial. “Esto es algo muy importante que estábamos esperando, que sin duda traerá mayores réditos con la tecnología y losnuevos servicios que se le instalan al estadio”, anotó.

El tendero Julio Rubio considera “una bendición” el regreso del fútbol al ‘sanfernandino’. “Al convertirse como una especie de centro comercial es genial para nosotros los comerciantes y vecinos del mismo, porque atrae más clientes, visitantes o espectadores”, añadió.

Angie Valdés, dependiente del negocio Pasteles La Locura de la Roosevelt, asegura que“el ingreso de espectadores al Pascual brinda un fabuloso beneficio porque incrementa las ventas”.

Otra opinión positiva la dio Mercedes Ávila, vendedora de banderas y camisetas. “El regreso del balompié a la grama del Pascual Guerrero sirve para la reactivación económica de la zona, toda vez que hubo mucha crisis por causa de la pandemia, el paro y las marchas, que afectaron los ingresos de nuestras familias. Después de la crisis volvemos a tener una entrada, es decir, volvemos a empezar”, reflexiona.

Similar versión expresa Henry Enríquez, quien cuida carros en los alrededores del estadio. “Me parece muy bueno que abran las puertas al fútbol en el Pascual, porque en realidad necesitamos este trabajito de parqueo para volver a llevar sin contratiempos la comida a la casa y pagar los gastos familiares”, sostuvo el vigilante informal.

A su vez y desde su cafetería ubicada en el lado suroccidental del estadio, Lady Johanna Muñoz dice que el regreso de la gente al fútbol los beneficia en gran medida. “Además se abren nuevas plazas de trabajo, ya que debido a la pandemia y los paros se despidió a parte del personal que ayudaba en las labores del negocio”, contó.

Finalmente, Daniel Cardona, quien labora en un pequeño restaurante de la zona, manifestó que esta nueva etapa del estadio Pascual Guerrero ha permitido en su negocio la reactivación de desayunos y almuerzos, lo que favorece las ventas.