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“Prefiero soportar el bloqueo unos días más y no tener una masacre en estos espacios”. Así lo expresó el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, ante señalamientos y opiniones de algunos sectores frente al diálogo y reconocimiento que hace su gobierno a las manifestaciones de grupos de jóvenes en varias zonas de la capital vallecaucana.

“Soy una persona que considera que la vida hay que cuidarla, hay que privilegiarla, porque ello es esencial, sumado a que no podemos, bajo ninguna circunstancia, entregar a este grupo de indignados a la criminalidad. Un tratamiento irresponsable a esta problemática podría significar militancias extremas de jóvenes irritados”, argumentó.

Por el contrario, dijo el Alcalde, “hay que transformarse institucionalmente y canalizar una evolución de ese orden para tratar los temas de jóvenes en esta ciudad y el país”. Anotó que este no es un proceso meramente local, sino que tiene unas características de orden nacional que se manifiestan de igual manera.

En su análisis, señaló que en la actual situación de Cali se presentan tres capas que se sobreponen unas a otras. La primera obedece a jóvenes indignados, excluidos, desescolarizados, vinculados muchos en farmacodependencia, que se manifiestan con una irritación a partir del 28 de abril y que toma cuerpo en sus territorios, haciéndose necesario para ellos por parte del Estado atención integral, diálogo, empleo, educación, tratamiento de sus problemas de consumo y ser reconocidos por la sociedad.

En cuanto a segundas y terceras capas, el Alcalde indicó que “hay actividad criminal de microtráfico, oficinas de cobro, extorsión y organizaciones insurgentes que se aprovechan del momento para aumentar su nivel de participación”.

“Creo que cada una de estas capas debe tener un tratamiento distinto, siendo en la primera lo más importante el diálogo, como herramienta para generar confianza y oportunidades sociales”, concluyó Jorge Iván Ospina.