Hilder Salinas Alarcón es un habitante de calle que vive en Santiago de Cali hace once años en el barrio Mariano Ramos, de la comuna 16. Llegó en 1990 en búsqueda de mejores oportunidades; cursó primero de primaria y se desempeñaba en oficios varios para sobrevivir.
Su travesía de vivir en las calles comenzó en 2010, cuando la propietaria del inmueble donde vivía lo desalojó y le quitó sus propiedades dejándolo en la calle y sin ninguna posibilidad de poder recuperarlas. Hilder no ha recibido ayuda del gobierno ni de algún familiar y su único refugio durante muchos años para dormir, ha sido un carro abandonado que estaba cerca a la estación de Policía de Mariano Ramos.
Es muy conocido por todos los vecinos como Moncayo; no tuvo hijos y es el menor de cinco hermanos, pero no se sabe del paradero de ellos; siempre anda solo, se considera un hombre tranquilo, no le gustan los problemas y aunque no sabe leer ni escribir es una persona coherente a la hora de hablar, menciona que jamás ha consumido droga y tampoco toma alcohol.
El mensaje que envía a la ciudadanía es no despreciar, no rechazar y tampoco ignorar a las personas que viven en las calles; le preocupa que la comunidad asocie a los habitantes de calle con delincuencia; dice que la mayoría vive de actividades del rebusque sin robarle nada a nadie.
Hoy Hilder inicia una nueva historia en la Fundación Torre Fuerte, ubicada en Manuela Beltrán, liderada por Johan Estupiñán, donde están vinculadas veinte personas que decidieron cambiar el mundo de la calle, las drogas y la soledad. Él le agradece a la Secretaría de Bienestar Social por la atención integral y su apoyo a través de la gestión del programa Habitante de Calle con el cual quiere estudiar y aprender alguna habilidad para trabajar.
Con dicho programa se le estará realizando todo el acompañamiento a Hilder en este nuevo proceso que asume para transformar su vida.