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Con las huellas de sus manos plasmadas en una superficie como símbolo de la paz, 12 niños del corregimiento La Buitrera, se sumaron a los llamados de reconciliación y diálogo en la región. Mientras otros 12 chiquillos de Ginebra elevaron sus voces con música tradicional colombiana.

Los pequeños hacen parte del grupo conformado por 24 niños y jóvenes beneficiarios del programa de Monitores Culturales que, con pintura, canto, juegos tradicionales, lectura y talleres de artes plásticas, fomentan las iniciativas de paz en la región.

“La Paz también es música, teatro y arte”, dijo la secretaria de Cultura del Valle, Leira Giselle Ramírez Godoy, quien explicó que estas actividades están contempladas dentro de los objetivos del programa departamental Red de Monitores Culturales.