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Con el objetivo de hacer cumplir la normatividad vigente, La Alcaldía de Cali a través del grupo de Acústica del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente – Dagma-, como autoridad ambiental, viene adelantando operativos de Control, Inspección y Vigilancia -CIV-, a los establecimientos comerciales, cuya mayor actividad es nocturna.

El sábado, 13 de marzo se visitaron 121 espacios comerciales en un recorrido por el ‘Parque del Perro’, ‘La carrera 66 – Fontana’ hasta ‘Ciudad Jardín’, con el fin de educar y concientizar sobre el manejo adecuado del ruido nocturno. En la actividad se detectaron cuatro establecimientos incumpliendo la norma de ruido, los mismos que fueron ingresados a la plataforma de ‘formularios de atención de zonas priorizadas’ con el fin de conocer el procedimiento a realizar en la siguiente visita que puede ahondar si llega una queja relacionada.

“Llevamos pedagogía antes que sanción. Tenemos que recordar que los establecimiento están tratando de recuperarse después de una pandemia, después de una emergencia sanitaria tan profunda, donde la idea como Dagma no es generar sanciones ni disgustos con los propietarios, sino recordar que hay una normatividad que ellos tienen que cumplir”: indicó Frankly Castillo, líder de Calidad Acústica del Dagma.

En casi tiempo real, se fue evidenciando la labor del Dagma en sus redes sociales dejando ver la aceptación y apoyo de la comunidad en este tipo de operativos que buscan, además, la sana convivencia entre propietarios, público y comunidad cercana a estos lugares de entretenimiento y gastronomía que vienen implementando estrategias de reactivación económica luego de los estragos que ha dejado la cuarentena a causa de la Covid-19.

Los empresarios de estos establecimientos recibieron con beneplácito las indicaciones, capacitación y recomendaciones realizadas por el Dagma, dejándoles ver que los hábitos inadecuados en algunos establecimientos comerciales, pueden acarrear el posible cierre de sus negocios.

“Me parece una manera correcta de proceder en materia de normatividad, ya que no llegan sancionando al dueño del negocio, sino que están induciéndonos a corregir las cosas que hay que mejorar para tener los establecimientos en óptimas condiciones; ideal en este tipo de procedimientos que se están realizando”, resaltó Juan Manuel Cambino, propietario de uno de los establecimientos gastronómicos de ‘La 66 – Fontana’.