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Autoridades distritales y la comunidad ejercieron gobernanza ambiental en el Zanjón del Burro, donde se procedió a la suspensión de las actividades de prolongación, ampliación o conexión de esta vía con la calle 13.

La iniciativa del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, Dagma, contó con el acompañamiento de la Secretaría de Seguridad y Justicia, la Personería de Cali, Policía Nacional, algunos miembros del Concejo Distrital y vecinos del sector. Tras revisar en mesa técnica las acciones interinstitucionales con la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), se procedió a la suspensión.

El Zanjón del Burro es un espacio de gran importancia ecosistémica y el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) lo define como zona de protección. Es un corredor ecológico, conector entre los Farallones y el río Cali, a través del río Lili, fundamental para la vida y con un suelo de especial protección como recarga prioritaria del acuífero de la ciudad.

“Sin temor a equivocarme, lo que está haciendo la comunidad en este sector es un gran modelo a nivel nacional de gobernanza ambiental. Si alguien me preguntara qué es gobernanza ambiental, yo le diría que es la acción que estamos desarrollando conjuntamente para preservar el Zanjón del Burro”, manifestó Óscar Villani, subdirector de Ecosistemas y Umata del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, Dagma.

El funcionario destacó la interacción que se manejó en esta diligencia con la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC). “En este espacio confluimos dos autoridades, la CVC en el tema rural y el Dagma como autoridad ambiental en el área urbana, para ponernos de acuerdo en términos de la actuación que hoy estamos realizando y, por supuesto, con el apoyo de la comunidad”, explicó.

Desde 2018 existe una medida cautelar vigente sobre este espacio, que prohíbe adelantar cualquier tipo de obra para la prolongación de la vía que conduce de la calle 13 (a la altura del Humedal La Babilla, en la carrera 105), hasta la carrera 109.

Carlos Alberto Rojas, secretario de Seguridad y Justicia, argumentó que a través del Código de Seguridad y Convivencia Ciudadana, que aplica el corregidor de La Buitrera (jurisdicción a la que pertenece esta zona), se debe garantizar que no haya afectaciones ambientales. En el caso de que así suceda, se procederá con los respectivos conceptos y las sanciones que correspondan.

“También hemos realizado una acción pedagógica sembrando varias especies nativas del bosque seco tropical, enviado un mensaje de que esta zona baja de los Farallones de Cali debe ser protegida y acompañada por la ciudadanía. Es necesario que todos entendamos que no podemos seguir viviendo a espaldas de un espacio vital, que nos provee agua y oxígeno para el presente y las futuras generaciones”, concluyó el Secretario de Seguridad de Santiago de Cali.