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Con más de 2.400.000 habitantes, Cali es una de las ciudades más importantes del suroccidente colombiano y alberga -desde los años 70- a gran cantidad de individuos que se desplazan a la ciudad para encontrarse con una realidad esperanzadora.

La capital vallecaucana tiene la mayor cantidad de población afrodescendiente en Suramérica, después de Salvador de Bahía, en Brasil, con una cifra que supera un 1.100.000 personas afro y es la tercera ciudad con mayor población de afrodescendientes de todo el continente americano.

“Muchos de ellos migrantes, desplazados por la violencia, buscando oportunidades en la única ciudad del suroccidente colombiano que puede generar una oportunidad de movilización social”, precisó el secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Carlos Alberto Rojas Cruz.

El oriente de Cali, por ejemplo, – comunas 1, 18, 20, 13, 14, 15, 16 y 21- es una de las zonas más golpeadas por la pobreza, la desigualdad y la ausencia de oportunidades sociales, a esto se le suman las comunidades de Aguablanca -comunas 13, 14, 15 y 21- que “para muchos sectores de la ciudad representa esa ciudad pobre, esa ciudad excluida del desarrollo y las oportunidades”, subrayó Rojas.

“En el oriente habita más o menos 1.200.000 personas, es decir, casi la mitad de la ciudad vive en ese sector con altísimos niveles de hacinamiento, poco espacio público. Todas esas dinámicas que hoy tiene la ciudad impactan directamente en los temas de la seguridad. Lo que nosotros hemos hecho es producir una idea de la seguridad integral que es lo que creemos que tiene que aplicar en la ciudad, no solamente medidas de orden público, no solamente necesitamos más policías, más capturas, más judicialización, sino que también necesitamos más oferta social, más oportunidad para los jóvenes, necesitamos un poco más de mayor apertura a muchos sectores que definitivamente no tienen cómo garantizar sus proyectos de vida porque mucha gente ha llegado con una mano adelante y otra atrás a la ciudad de Cali buscando una oportunidad”, acotó el secretario de Seguridad y Justicia de la ciudad.

Desde la mirada de Rojas Cruz, “cuando uno recorre el pacífico colombiano, como yo particularmente lo he hecho en Chocó, Cauca y Nariño, uno encuentra que la única expectativa de la gente pobre que vive en el pacífico es venirse para Cali, ¿a qué? A estudiar en la Universidad Santiago de Cali, en la Universidad del Valle y buscar un ascenso social porque no se lo dan sus regiones”.

Ante este contexto de desigualdad, ¿cuáles siguen siendo los problemas de violencia en Cali?

“Tenemos una dinámica importante de hurto de vehículos, aunque es menor que el año pasado, y de motocicletas también, estamos tratando de atender específicamente el tema de motocicletas, es que la moto se usa para todo: para el sicario, para el que roba, para el que roba el celular, para el que intimida, para el que asesina, la moto se volvió el instrumento fundamental en la ciudad. Entonces con la Policía lo que hemos acordado es una intervención estructural en el tema movilidad en lo relacionado con motocicletas, porque tenemos que de alguna manera quitarle la principal herramienta que en nuestra opinión tienen para cometer delitos, entonces ese es un hecho que nos parece relevante”, puntualizó Rojas Cruz.

A su vez, manifestó que “Cali tiene una estructura de distribución de microtráfico que yo creo que no la tiene ninguna parte de Colombia porque toda la influencia del narcotráfico que tiene Cali viene de Putumayo, del Cauca y de Nariño, estamos hablando de que más del 40% de la coca que se produce en esos departamentos llega a Cali. Tengo los mapas, tengo la distribución, tengo la fuente que es Naciones Unidas de hace un año que me dice que Cali tiene 180 bandas dedicadas al microtráfico, dedicadas al hurto”, agregó el responsable de la cartera se Seguridad”.

Han pasado dos meses desde que el responsable de la cartera de Seguridad le manifestó a la consejera presidencial para los Derechos Humanos, Nancy Patricia Gutiérrez, la necesidad de armar un plan regional para responderle a esta problemática y hacer un acompañamiento a las ciudades ante este panorama.

“Hace dos meses incautamos una caleta con 8.500 millones de pesos y las investigaciones, ¿qué están diciendo? que son las platas que se invierten en la dinámica del narcotráfico que tiene la región del Valle del Cauca. Entonces, no me cabe duda de que toda esa dinámica del narcotráfico del suroccidente aterriza en la ciudad de Cali y como ya se cerraron un poco las fronteras internacionales para la venta de narcóticos, entonces se ha creado un mercado interno y ese mercado interno es el que estamos tratando hoy de combatir con todas estas dinámicas digamos estructurales de atención al delito y el programa social de Perlas y el programa de Guardianes”, subrayó Rojas.

Finalmente, el Secretario de Seguridad y Justicia de Cali, manifestó que “la decisión nuestra en nuestro Plan de Desarrollo es tratar de hacer un salto cuántico de tal manera que la ciudad, ojalá, pueda hacer cambios estructurales, porque si no se abren nuevas oportunidades veo muy difícil que la seguridad de la ciudad pueda cambiar a mediano y a largo plazo”.