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Continúa la marcha incansable de médicos, servidores públicos y de caleños en general contra la COVID-19 y protegiendo la vida. Entre el 8 y 10 de enero se han intervenido 95 fiestas, se interpusieron 561 comparendos, se atendieron 416 casos de riñas y violencia con 617 casos de alteración a la tranquilidad y en total se han recibido 13.166 llamadas telefónicas de la comunidad.

El secretario de Seguridad y Justicia, Carlos Alberto Rojas, recorrió el oriente de Santiago de Cali y así mismo, tres equipos de trabajo se distribuyeron en el sur, occidente y norte de la capital vallecaucana. Cada grupo contó con 80 funcionarios aproximadamente, Ejército, Policía, agentes de tránsito y voluntarios.

“Nuestros médicos están realizando una luchan incansable por proteger a los pacientes en las clínicas. Los caleños debemos asumir la parte que nos corresponde, en especial los que todavía no hemos vivido la experiencia de la COVID-19. Debemos contener y mitigar el ingreso de nuevas personas al sistema de salud. Hay congestión, hay cansancio. No nos detendremos en este ejercicio, pero se necesita una respuesta ciudadana que anime al personal médico” expresó el secretario Rojas, en su desplazamiento por la Comuna 13.

Específicamente, el 9 de enero, la Subsecretaría de Inspección, Vigilancia y Control, liderada por Jimmy Dranguet, encontró en el centro de Cali un hostal en el que se realizaba una fiesta con turistas que no llevaban ninguna medida de protección contra la pandemia.

“Una aglomeración de personas, más de 30 jóvenes procedentes de otras ciudades del país se reunieron acá a hacer una fiesta estando prohibida por la ley seca, toque de queda y las medidas sanitarias decretadas. Hablamos con ellos, hicimos la pedagogía y les advertimos sobre la gravedad y el peligro que corrían al hacer ese tipo de fiestas. Se corrigió la situación y se llegó al compromiso de extremar las medidas de prevención para garantizar la vida de todos los caleños y turistas.  Es importante recalcar que no se pueden hacer fiestas en alerta roja y no es concebible que vengan de otras ciudades sin cumplir con las medidas”, afirmó Dranguet, en el momento del operativo.

Las unidades de cuidados intensivos se encuentran en su máximo nivel de ocupación, el 95,5% y, eso obliga a tener el máximo de responsabilidad con la vida.  Rojas Cruz, indicó que en la ciudad se está cumpliendo la ley seca y el toque de queda “Las comunidades están haciendo la tarea. Este compromiso hay que valorarlo y no podemos desfallecer”.