62 escuelas de baile de diferentes barrios de Cali se inscribieron para hacer parte del Salsódromo el próximo 25 de diciembre, en la versión 64 de la Feria de Cali.
En el coliseo de la Universidad Santiago de Cali se dispuso una pista custodiada por jurados en todos sus frentes para evaluar a los artistas. Nada se escapó a la mirada de estos expertos que este fin de semana, 6 y 7 de noviembre de 2021, tuvieron la ardua misión de elegir a los mejores bailarines y escuelas de salsa de la capital vallecaucana.
Después del anuncio de la Feria presencial, muchos jóvenes adelantaron una tarea maratónica de ensayos, sin descanso, para concursar en esta plataforma de talento. En el selectivo, se veían rostros de ansiedad, preocupación, pero en especial de muchas ganas por hacer valer todos sus sacrificios.
“Venimos ensayando hace tres meses y han sido noches de trasnocho y mucho agotamiento físico. Justo ahora en el selectivo tuve un bajón, ya el cuerpo me rindió cuentas. Pero es algo que hacemos con amor, pese a la pandemia, al cierre de la escuela por falta de ingresos y a nuestras situaciones personales. Gracias a Dios tenemos esta esperanza, fue un paro de año y medio y ahora sentimos que resurgimos” declaró Brayan Córdoba, bailarín de la escuela Acorsalsa Latina.
Ante el jurado, los participantes entregaron la energía que les quedaba, no había opción para el dolor o la fatiga. La sonrisa fue hasta el final.
Valentina González terminó de bailar y caminó con su sonrisa hasta que cruzó la puerta de salida del coliseo. Ahí fue recibida en brazos por su compañero que, con ayuda de paramédicos, la llevaron al puesto de primeros auxilios.
“La respiración es algo complejo de manejar y más para mí que tengo problemas de salud, sentí claramente que me les estaba yendo, pero todos estuvieron pendientes, hasta en los ensayos vivimos cosas complejas, pero gracias a Dios lo hicimos hasta el final”, dijo Valentina.’
El compañero de baile de Valentina, Juan Camilo Muñoz, literalmente ‘se hizo el loco’ con el dolor de rodilla que sintió en medio de la prueba ante los jurados. “Bailarín que se respete sufre de las rodillas y eso nos preocupa siempre, porque uno cree que hasta ahí llegó la carrera. Cuando se salió, sentí que la vida se me acabó en ese momento. Gracias a Dios se encajó sola y los paramédicos me trabajaron al final”.
Energía, esperanza y renacer fueron los espíritus que reinaron en esta selección, después de una pandemia que confinó a muchos de los bailarines y que cerró muchas escuelas.
Luz Aydé Moncayo Giraldo, directora artística del Salsódromo, agradeció a todos los participantes por estar inspirados en estas pruebas de selección, porque asegura que Cali necesita volver a vivir esta esperanza en sus calles. “Cali, todo un pueblo que inspira, es el lema del Salsódromo para este año. Escogeremos 17 escuelas de categoría A, que son de 20 bailarines y 13 de categoría uno, que son de 40 artistas. Para nosotros es un placer contar con este destello de salsa, de brillo, de ganas, de ansiedad de mostrarse, de lucirse con sus trajes guardados más de un año, de mostrar todo ese amor y brillo que tienen en el alma”
Sólo las mejores cinco audiciones de todo el selectivo se presentarán en el Salsódromo de Cali. Tres de categoría uno con 40 artistas y dos de categoría A con 20 artistas estarán al frente de la versión 64 de la Feria de Cali con la mejor sincronía, el brillo y el carisma que caracteriza a los mejores bailadores de salsa del mundo.