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Santiago de Cali, 16 de septiembre de 2025

Hace diez años, Cali vivió un cambio histórico con la puesta en marcha del MIO Cable, un sistema de transporte innovador que permitió conectar a la Comuna 20 con el resto de la ciudad. Desde entonces, este medio no solo ha reducido tiempos de desplazamiento, sino que también ha abierto oportunidades de desarrollo social, cultural y económico para sus habitantes.

Una de las familias que mejor representa este impacto es la de los Marmolejo Montenegro, vecinos del barrio Tierra Blanca. Su vínculo con el MIO Cable comenzó desde la fase de construcción y, hasta hoy, continúa siendo parte de sus vidas.

“Desde que inició la obra, cuatro de mis hermanos y hasta sobrinos fueron vinculados. Primero trabajamos en la demolición de las viviendas, luego en la construcción, y ahora seguimos presentes porque dos de mis hermanos están en la empresa de vigilancia del sistema”, contó Alexander Marmolejo Montenegro, presidente de la Junta de Acción Comunal de Tierra Blanca.

Para Alexander, el MIO Cable se convirtió en un símbolo de arraigo y progreso para Siloé. “Esto ha significado mucho para nosotros porque ha generado empleo para la familia y para la comunidad. La mayoría de las personas que trabajan allí son del sector, y eso es muy valioso porque nos da sentido de pertenencia”, afirmó.

El impacto del sistema se percibe también en la vida cotidiana y en la proyección de la Comuna 20 como destino turístico y cultural. “Mire toda la cantidad de turistas que están viniendo aquí. Antes nadie se atrevía a subir, ahora llegan hasta turistas de Alemania e Italia, y lo hacen con confianza. Eso nos llena de orgullo porque le dio un nuevo aire a la comuna”, sostuvo Alexander.

La voz de Fanor Marmolejo Montenegro, guarda de seguridad del MIO Cable, reafirma la huella de este sistema en la comunidad. “El MIO Cable ha generado mucho empleo aquí, especialmente para personas cabeza de hogar que necesitaban esa oportunidad. Nosotros, como familia, hemos estado vinculados desde sus inicios y hasta ahora seguimos agradecidos”, señaló.

Fanor también destacó los beneficios económicos que se han reflejado en las tiendas, restaurantes y negocios locales gracias al aumento de visitantes. “El turismo le ha cambiado la cara al barrio. Vienen personas que antes no conocían Siloé, hacen recorridos, consumen en el comercio local y se llevan una buena imagen de la comunidad. Eso es progreso para todos”, agregó.

El MIO Cable, además de ser un ejemplo de movilidad sostenible, se consolidó en esta década como un puente de integración entre la ciudad y la zona de ladera, beneficiando a más de 50.000 habitantes de Siloé. Sus estaciones no solo conectan puntos estratégicos, sino que también se han convertido en escenarios de encuentro donde convergen la cultura, el deporte y el emprendimiento local.

A través de historias como la de los Marmolejo, queda claro que este sistema ha ido más allá del transporte: ha sido generador de empleo, transformador de realidades y motor de orgullo para la Comuna 20. En sus 10 años de operación, el MIO Cable ratifica que cada viaje en sus cabinas también transporta sueños, oportunidades y esperanza para quienes a diario lo utilizan.