Desde la Alcaldía de Cali honramos las voces que, con melodía propia, nos recuerdan que la verdadera fuerza reside en el alma. En este Día Internacional de las Personas con Discapacidad, la historia de Jennifer Tatiana Rivera Sáenz no es solo un testimonio de superación, es un himno a la autonomía y la perseverancia que resuena en cada rincón de la ‘Sultana del Valle’.
Hace tan solo seis meses, Jennifer llegó a Cali desde Neiva, con una maleta cargada de sueños y esperanza. Nacida prematuramente, su lucha por la vida en la incubadora le arrebató la vista debido a la falta de protección adecuada para sus retinas. Sin embargo, este revés médico no se convirtió en un límite, sino en el promotor de una valentía inquebrantable.
Crecida en un entorno familiar lleno de amor y apoyo, Jennifer desarrolló un carácter resiliente y determinado. A pesar de graduarse con honores en comunicación social de la Universidad Uniminuto hace tres años, su búsqueda de oportunidades en su ciudad natal no había dado frutos. Sin embargo, todo cambió cuando recibió una invitación para trabajar en Cali. Aunque la oportunidad era emocionante, la incertidumbre la paralizó. «Rechacé la primera oferta por miedo a enfrentarme a una ciudad desconocida, sin la red de apoyo de mi familia. Me preguntaba: ¿dónde voy a llegar, quién me recibirá? La idea de empezar de cero en un lugar nuevo me aterraba», recuerda.
Pero la perseverancia, esa melodía interna que la acompaña, volvió a llamar. Al presentarse la segunda oportunidad, «me armo de fortaleza y al ser creyente, pienso que son cosas de Dios y que este es el momento”, nos cuenta Jennifer. Con esa fe, el miedo se disipó y salió de Neiva para cumplir un nuevo reto.
Cali se ha convertido en su lienzo de independencia. Con el apoyo de «ángeles» en su camino, Jennifer se radicó sola y comenzó a ejercer su profesión en la Alcaldía de Cali, un espacio que le abrió sus puertas con solidaridad y amor.
El mayor desafío no ha sido la profesión, sino la vida cotidiana. El paso de un hogar familiar con apoyo constante a la autonomía total la enfrentó a retos como la preparación de sus alimentos y sobre todo, la movilidad en una ciudad desconocida. «No fue fácil salir de la zona de confort, poder enfrentarme a los quehaceres cotidianos, pero hoy es un hecho y camino con seguridad pero sobre todo de la mano de Dios, porque él coloca Ángeles para hacer todo más bonito y fácil”.
La radio y el canto son sus pasiones y no solo se limita a ejercer como comunicadora social, sino que también se expresa a través de sus composiciones musicales. Para ella, la independencia es sinónimo de libertad, y su creatividad es la banda sonora de su nueva vida.
`Mi trabajo es una bendición, he encontrado excelentes compañeros, que me apoyan y me motivan para hacer nuevas cosas, descubriendo nuevas habilidades como la grabación de videos y la escritura´, señala.
`Gracias a la Alcaldía de Cali he podido cumplir muchos de mis sueños, me acompañan la perseverancia, el amor por lo que hago, pero sobre todo las ganas de salir adelante´, puntualizó.
Jennifer Tatiana Rivera Sáenz es la prueba viva de que la discapacidad no marca límites, sino que exalta valentías. Su historia es un recordatorio poderoso para toda Cali: que cuando se brindan oportunidades con amor y solidaridad, los sueños no solo se construyen, sino que se cantan con el alma. Su viaje es un eco de esperanza, una nota de inspiración para toda persona que busca construir su vida con total autonomía y libertad.
Zully Anacona Peña
Comunicaciones Secretaría de Bienestar Social


