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La Ciudadela Educativa de la Biodiversidad, instalada en el Polideportivo Los Almendros, se ha convertido en un aula viva donde estudiantes, docentes y comunidades educativas de 23 instituciones oficiales comparten sus proyectos ambientales. Hasta este viernes (03.10.2025), los caleños podrán conocer de primera mano cómo la escuela está liderando procesos de preservación del medio ambiente, sostenibilidad y conciencia ecológica.

“En el marco de la Semana de la Biodiversidad, los alumnos nos muestran experiencias que nacen en sus cátedras transversales y en la nueva cátedra de biodiversidad con énfasis en el Chocó Biogeográfico. Aquí reflexionamos sobre el territorio que habitamos, sus riquezas en flora, fauna y agua, pero también sobre las amenazas como la minería ilegal, la tala indiscriminada o el tráfico de especies”, sostuvo Sara Rodas, secretaria de Educación de Cali.

Entre las iniciativas expuestas, sobresale el trabajo de la Institución Educativa Francisco José Lloreda Mera, sede Boyacá, del corregimiento La Elvira. Allí, estudiantes y docentes desarrollan el proyecto ‘Construyendo Conocimiento y Cultivando Comunidad’, basado en cinco ejes: huerta, vivero, compostaje, avistamiento de aves y crianza de conejos.

Para Yudy Patricia Dorado Guerra, estudiante de la institución, esta propuesta es una oportunidad de aprender haciendo. “En el vivero cultivamos manzanos, limones y naranjas; en el huerto tenemos lechugas, remolachas y más. Con la llegada de polinizadores, hemos potenciado el avistamiento de aves. Además, la crianza de conejos nos permite aprovechar la proteína, el pelaje y sus residuos para compostaje”, dijo.

Su docente, Alina Sujevi Pabón Noguera, enfatizó que el propósito es transformar la educación en acción. “Queremos decirle no a la deforestación, no a la caza de animales y no a la contaminación. Este trabajo mancomunado desde el grado 6 hasta el 11 fortalece la conciencia ambiental y nos permite transversalizar aprendizajes en todas las áreas, incluso en lengua extranjera. Nuestros estudiantes están aprendiendo a pensar globalmente desde su propio territorio”.

La innovación también se vive en la Institución Educativa Rural Montebello, donde los estudiantes transforman el plástico en madera plástica para fabricar objetos útiles como relojes, ladrillos y filamentos para impresoras 3D.

“Mi proyecto de grado es construir una casa para perros con ladrillos de plástico. Además, con apoyo de los recicladores de la Ruta Verde hemos logrado que la comunidad se vincule al proceso de reciclaje. Hoy existen puntos de recolección en todo el corregimiento, lo que nos demuestra que desde la escuela podemos transformar hábitos colectivos”, contó Valentina Castillo, estudiante de esta institución.

La Ciudadela de la Biodiversidad se convierte así en un espacio donde la niñez y la juventud caleña demuestran que la educación ambiental no solo se enseña en las aulas, sino que se practica en la vida diaria. Sus proyectos son semillas de conciencia que crecen hacia una Cali más verde, sostenible y resiliente.