Santiago de Cali, 24 de julio del 2025
En el barrio Santander, comuna 4 de Cali, funciona Edumipaz, uno de los 780 comedores comunitarios liderados por la Alcaldía de Cali, en articulación con la Arquidiócesis. Allí, todos los días, personas mayores en situación de vulnerabilidad encuentran mucho más que un plato de comida caliente: encuentran un lugar donde sentirse vistas, escuchadas y cuidadas.
Las gestoras que sostienen este espacio no solo cocinan. Llevan más de 20 años caminando con su comunidad, cuidando, acompañando, resolviendo. Su experiencia y entrega se sienten en cada detalle: en la forma como entregan el almuerzo, en cómo gestionan una cita médica o se aseguran de que nadie pase un cumpleaños en silencio.
Fue en ese mismo espacio donde nació ‘Leyendas de Nuestra Cocina’, un concurso culinario pensado no solo para cocinar, sino para honrar públicamente a quienes han alimentado generaciones con su experiencia, creatividad y amor. La propuesta convirtió el comedor en un escenario de memoria viva: durante dos horas, las y los participantes pusieron en práctica recetas que llevan décadas preparando, muchas de ellas heredadas de sus madres o abuelas.
Pero lo que se vivió fue mucho más que un concurso: fue un acto de reconocimiento. Cada persona mayor compartió con el jurado de dónde venía su preparación, quién se la enseñó y qué ingredientes la hacían única. Se escucharon historias de vida servidas en cada plato. Relatos que, por primera vez, salieron de la cocina familiar para ocupar un lugar de orgullo colectivo.
“Una receta no es solo una comida: es parte de lo que somos. Recuperar las preparaciones de mi mamá, de mi abuela, y poder compartirlas con los demás me hizo sentir orgullosa de mi historia. Eso fue lo que más me motivó a participar: que no se pierda la tradición y que también nos reconozcan a nosotros, los mayores, como parte de la cultura”, expresó Nelsy, beneficiaria del comedor.
Una de las protagonistas fue doña Verselia, de 101 años, quien, con ayuda de su familia, participó con su receta de envueltos de choclo. Aprendió a hacerlos cuando tenía 7 años, y hoy, más de nueve décadas después, los cocinó con el mismo amor. Para ella, la cocina es una forma de demostrar afecto e invita a las nuevas generaciones a aprender a cocinar.
“Esta labor no es fácil, pero es necesaria. Porque detrás de cada persona mayor hay una historia que merece ser escuchada, respetada y celebrada. Sentimos que es un deber moral y una forma de devolverles un poco de todo lo que ellos ya le entregaron a la sociedad”, afirma Juliette López Arana, gestora principal del comedor.
‘Leyendas de Nuestra Cocina’ nació desde el corazón, con la necesidad de rescatar lo que no se encuentra en internet: los sabores y las historias que viven en la memoria de nuestros mayores. Convertir esos recuerdos en presente, darles voz y hacerlos protagonistas.
La Alcaldía de Cali, a través del programa de comedores comunitarios, reafirma su compromiso con las personas mayores, garantizando espacios donde el cuidado, la alimentación y el reconocimiento sean una realidad cotidiana en los territorios.


