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  • Más de 18 mujeres caleñas hacen parte de la Cuadrilla Rosa, una iniciativa de la Alcaldía de Santiago de Cali que impulsa la participación femenina en obras de infraestructura.
  • El programa inició en marzo de 2025 y está conformado por mujeres entre los 20 y 65 años, muchas de ellas madres cabeza de hogar que antes se dedicaban a oficios informales.
  • La estrategia busca romper estereotipos de género en el sector de la construcción y ha sido fortalecida con alianzas del sector educativo y privado para su formación integral.

 

“La Cuadrilla Rosa significa oportunidades porque somos madres cabezas de hogar y esto ha llegado a abrirnos puertas”. Así lo aseguró Nagdaly Eugenia Quiñónez Montezuma, operaria de la Cuadrilla Rosa, un equipo de mujeres que, con compromiso, amor y esfuerzo, le cambian la cara a las vías y construyen la transformación de Cali.

Esta iniciativa, liderada por la administración del alcalde Alejandro Eder, ha empoderado a 18 mujeres luchadoras que han superado las dificultades de una sociedad dominada históricamente por los hombres, y que hoy le demuestran a la ciudad que las mujeres sí pueden.

“Soy una mujer madre de tres hijos. Soy una mujer que fue maltratada sicológica y verbalmente por mi pareja. Antes vendía agua de coco, pero ahora soy operaria de la Cuadrilla Rosa”, resaltó Yudy Olaya Cadena, operaria de la Cuadrilla Rosa.

El programa inició en marzo de este año y está conformado por mujeres entre los 20 y 65 años de edad, quienes antes se desempeñaban como vendedoras informales, guardas de seguridad, archivistas o estaban desempleadas. Hoy se levantan cada día con la firme intención de mejorar la ciudad.

“La estrategia nace a raíz de lo que siempre se ha visto en infraestructura, donde el trabajo es solo catalogado para hombres. Queremos romper esos estigmas desde la Secretaría de Infraestructura”, señaló Andrés Felipe Pereira Rodríguez, subsecretario de Apoyo Técnico de Infraestructura.

Las operarias coinciden en que uno de los mayores retos es resistir el sol, pero también reconocen que lo más valioso es haber encontrado en la Cuadrilla una red de apoyo que las motiva a superar las dificultades.

“Conocer las historias de vida de las compañeras, saber que no somos las únicas que hemos pasado situaciones difíciles, es lo más bonito que me ha pasado en la Cuadrilla Rosa. Ver las historias de ellas, a uno lo llena más”, reiteró Quiñonez, mientras miraba con admiración a sus compañeras que, bajo el sol caleño, pintan los andenes de la ciudad.

La formación que reciben es integral: no solo se capacitan en temas técnicos de construcción, también trabajan en su crecimiento personal, social y familiar.

“Las mujeres son capaces de realizar cualquier actividad. Para ello también hemos contado con diferentes alianzas, tanto del sector privado como educativo, para fortalecer la formación en estas mujeres”, manifestó Pereira Rodríguez.

Muchas recuerdan con emoción y nerviosismo su primer día en la Cuadrilla Rosa. No sabían usar brochas ni palas, solo tenían la expectativa de enfrentarse a un nuevo reto en un campo tradicionalmente masculino.

“Para mí la Cuadrilla Rosa significa renacer, aprender algo nuevo, algo a lo que no estaba acostumbrada. Lo más bonito ha sido encontrarnos entre mujeres. Hemos tenido altibajos, pero estamos todas unidas, eso es lo importante: poder trabajar en equipo, poder desarrollarnos y ser capaces de lograr una meta”, señaló Leidy Vanessa Méndez, operaria de la Cuadrilla Rosa.

La Secretaría de Infraestructura, bajo el liderazgo del alcalde Alejandro Eder, proyecta fortalecer y ampliar esta estrategia, convencida de que la inclusión y el empoderamiento femenino son fundamentales para construir una ciudad más equitativa y con oportunidades para todos.