- Con el liderazgo de Maryuri Angulo Montaño, la fundación Renaciente transforma vidas en la comuna 13 a través del arte y la cultura afro. Su programa ‘Construyendo caminos de paz’ fue seleccionado por la Alcaldía de Cali en la convocatoria CompromeTIO.
Santiago de Cali, 17 de julio de 2025
En el corazón del oriente de Cali, en el barrio El Vergel, un grupo de niñas y jóvenes se reúne a diario para aprender a contar su historia bailando, trenzando sus experiencias con la sabiduría ancestral afro y haciendo del arte un camino para salir adelante. Bailando ritmos como currulao, el bundé y la fuga ratifican que la cultural no es solo una expresión artística, sino una herramienta para transformar su realidad.
Este grupo de jóvenes y niñas lideradas por Maryuri Angulo Montaño, son parte de la iniciativa Construyendo caminos de paz, un proceso que realiza la Fundación Renaciente, con el que buscan a través del arte sembrar valores como el respeto, la tolerancia y la resiliencia, destacándose como una de las iniciativas ganadoras del programa CompromeTIO.
“El arte ha sido nuestra forma de hacer paz. Aquí no paramos nunca. Trabajamos todo el año, hacemos autogestión y llevamos a las niñas a escenarios donde puedan mostrar lo que son capaces de lograr, donde puedan hacer presentación artísticas para mostrar su talento en la danza”, explica Maryuri Angulo Montaño, directora de este proceso y habitante de El Vergel.
Proceso cultural con el que niñas del barrio y de otros sectores aledaños como El Poblado, El Retiro y El Diamante encuentran en estas prácticas un refugio para crear, soñar y proyectarse hacia un futuro donde todo lo que aprenden en este proceso les ayude para su vida adulta, como profesionales y en sus territorios.
Este trabajo, que ha tenido presentaciones en festivales como el Mercedes Montaño y eventos organizados por la Secretaría de Cultura en el Bulevar de Oriente, busca convertir los espacios públicos en pasarelas culturales vivas. “Tenemos un evento que realizamos periódicamente en el que invitamos a toda la comunidad a vivir este proceso, lo hacemos en las calles del barrio en una puesta en escena que tiene un sentido social”, cuenta Angulo.
Maryuri Angulo Montaño nació hace 40 años en Cali. Sus padres, oriundos de Tumaco, llegaron cuando El Vergel apenas era una zona de invasión en el oriente de la ciudad. Desde entonces, su familia ha sido protagonista de la transformación social del barrio, y ella, una de sus mayores referentes.
Con el respaldo constante de sus padres y hermanas, Maryuri ha liderado procesos artísticos, culturales y comunitarios que hoy son ejemplo para la ciudad. Su apuesta ha sido clara: sembrar belleza, dignidad y futuro a través del arte.
Apoyo de la administración Eder
Gracias a su impacto y constancia, su programa Construyendo caminos de paz fue uno de los seleccionados por la convocatoria CompromeTIO, liderada desde la Secretaría de Participación de la Alcaldía de Cali. Este programa busca fortalecer iniciativas sociales de base comunitaria a través de dotaciones específicas que permitan sostener y escalar sus impactos en comunidades vulnerables.
Gracias a CompromeTIO, la fundación recibirá elementos que potencien su labor artística y pedagógica, entre ellos esperan recibir telas para hacer los vestuarios tradicionales para las presentaciones que realizan, así como dotación como camisetas para estar uniformadas como grupo en el momento de asistir a algún festival de danza.
Como ganadores de la convocatoria CompromeTIO, también han solicitado apoyo con los insumos que se utilizan para los procesos de trenzado, entre ellos los adornos que se utilizan para embellecer las trenzas, cremas que ayudan a desenredar el cabello, gel y demás elementos esenciales para realizar los peinados.
Trenzas, turbantes y una herencia viva de la cultura afro en Cali
En paralelo a la danza, la fundación impulsa el fortalecimiento de saberes ancestrales a través de la práctica del peinado afro con trenzas y el uso de turbantes, símbolos de la resistencia cultural negra en el Pacífico. Así, las jóvenes que hacen parte de este programa no solo aprenden a trenzar; aprenden de dónde nace esta tradición. Además, se busca brindarles herramientas para que esta práctica les pueda llegar a representar en un futuro una fuente de ingresos.
“Las trenzas nacen con la necesidad de crear caminos, eran la forma como nuestros ancestros escondían rutas de escape a la esclavitud, y eso emociona mucho a las niñas cuando lo descubren. No es solo una trenza: es memoria, es identidad, y la posibilidad de aprender una práctica que impulse su economía”, dice Maryuri con convicción.
Consolidando un grupo que ya piensa en consolidar una iniciativa donde, a partir de estos saberes, las mismas jóvenes puedan generar ingresos realizando trenzas a toda la comunidad y cobrando por ello para el bienestar de sus familias.
De esta manera, gracias a iniciativas que son apoyadas en la Administración del alcalde Alejandro Eder, las trenzas son mucho más que peinados, y los bailes del Pacífico más que coreografías: son caminos vivos hacia la paz.
Nathaly Arias
Oficina de Comunicaciones
Alcaldía de Santiago de Cali