Con el propósito de formar ciudadanía responsable, la Alcaldía de Puro Corazón Por Cali, le apuesta con cultura ciudadana y pedagogía de paz, a construir entornos pacíficos para nuestros niños y niñas. Por esa razón, en el marco del Día de la Niñez, queremos reiterar lo que este organismo viene generando con relación a la transformación, formación y fortalecimiento para la garantía de los derechos humanos de esta población.
La tarea se ha realizado a través de proyectos que tienen priorizados a los niños, niñas, jóvenes y adolescentes como Semilleros de Cultura Ciudadana, cuyo objetivo es la formación y movilización de comportamientos actitudes y prácticas en convivencia escolar, intrafamiliar y cultura ciudadana de los estudiantes de las instituciones educativas públicas y privadas, y el proyecto Formación de capacidades para resolver pacíficamente conflictos en el hogar y de convivencia ciudadana.
La labor la adelanta el equipo de Laboratorios de Paz implementando estrategias que tienen como propósito desarrollar acciones de prevención de violencia, promoción y fortalecimiento de cultura de paz, a través de herramientas pedagógicas y procesos de formación social y comunitaria empoderando a la ciudadanía para gestionar los conflictos y convertirlos en oportunidades de cambio y transformación social.
Al respecto, el secretario de esta dependencia, Danis Rentería Chalá, indicó: “Entendemos que el cuidado de nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes es el cuidado mismo de la vida, pues son ellos el futuro de nuestra sociedad; por eso hemos orientado gran parte de nuestras acciones para su acompañamiento emocional, la activación de rutas de atención y el fortalecimiento de las redes familiares y comunitarias, como un mecanismo que aporte a la prevención temprana de las violencias y a la construcción de una cultura de paz”.
Y es que por medio de encuentros y talleres se han fortalecido las competencias socio emocionales para motivar a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes a convertirse en agentes de cambio en su comunidad, a través de la búsqueda del bien común, el respeto a la diversidad, la promoción de una ciudadanía responsable y propositiva generando acciones individuales y colectivas para la construcción de paz, para el reconocimiento, apropiación y valoración del territorio y para la prevención de las violencias en sus entornos educativos, familiares y comunitarios.
Durante este Gobierno se han impactado a más de 2.400 niñas, niños y adolescentes (NNA), 563 estudiantes en 20 Semilleros de Cultura Ciudadana para la Paz, que corresponden a 12 Instituciones Educativas Oficiales, IEO, del Municipio de Santiago de Cali y 2.099 personas entre niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos jóvenes y mayores impactados por las estrategias: Yo Parí Para la Paz, La Paz es mi Cuento y Sumar Paz-Restando Violencias, a 48 grupos comunitarios, 2 colegios y 1 institución educativa, además de enseñanza en los Centros de Formación Valle del Lili y Buen Pastor por medio de talleres que abordan diferentes áreas de las relaciones de NNA con su entorno y consigo mismos, que invita a la reflexión y proponen estrategias de construcción de paz cotidiana consigo mismos, con sus amigos, con su familia y su entorno, así como la prevención al reclutamiento, uso y utilización.
Durante el cuatrienio se piensa en la necesidad de apostarle a formar a 5.600 personas en los semilleros, para transformar los comportamientos ciudadanos, desarrollar habilidades socioemocionales (HSDE), fortalecer la convivencia, promover la resolución pacífica de conflictos, la toma de buenas decisiones y a contribuir para encaminar los proyectos de vida.
Samuel David, quien a sus 10 años participa en el semillero IEO Técnico Comercial Santa Cecilia, resalta su aprendizaje y la responsabilidad de promover sanas conductas en su entorno: “He aprendido a que debemos valorarnos y aceptarnos como somos. No debemos discriminar a las personas, porque sin importar el color de piel, todos somos iguales”.
Melissa Ruiz Perdomo, manifestó: “Con el semillero aprendí muchas cosas, estar conviviendo con otra persona, ser paciente, valorar la familia. Especialmente, estos días de pandemia que hemos estado mucho tiempo en casa, conviviendo. Me ha servido comprender y compartir más con mi familia cosa que no ha hacía mucho, a ser una mejor persona, a valorar todo y a escuchar las opiniones familiares”.