Seleccionar página

A Santiago de Cali, que este sábado llega a sus 484 años de existencia, bien puede atribuírsele un cúmulo de calificativos: acogedora, cívica, emprendedora, solidaria…

‘Mi Cali bella’ como se titula una de las tantas melodías en su honor, interpretada por la Orquesta Billos Caracas Boys, da testimonio de su alegría desbordante que hace que “el que llega allí se amaña”. Solo que su vida no solo es salsa, feria, cholado, lulada y pandebono. Cali también sabe de situaciones difíciles, y no son pocas las que ha tenido que afrontar.

“Su historia la atraviesan acontecimientos ligados a su poblamiento mismo, explica Jesús Darío González, secretario de Gobierno de Cali, al destacar que la ciudad es una amalgama de muchas etnias y comunidades asentadas en su territorio, las cuales han construido un lugar en el cual hay lenguajes, como “el de la fiesta o el de la identidad barrial o veredal y que la hacen en sí misma una urbe amable, capaz de sobrellevar sus dificultades con tolerancia y armonía”.

Pruebas superadas

A la par con el crecimiento de la capital del Valle, diversos hechos la han conmocionado, entre ellos la explosión de 7 camiones con 1053 cajas de dinamita el 7 de agosto de 1956.

En pocos días se cumplirán 64 años de “esta tragedia que dejó 4000 muertes, 12000 heridos y 41 manzanas destruidas”, recuerda el escritor de temas históricos sobre el Valle del Cauca, Ramiro Martínez Gutiérrez.
Entonces, la ciudad que fundó Sebastián de Belalcázar contaba con apenas 400.000 habitantes. Hoy son alrededor de dos millones y medio.

Esta capital no ha sido ajena a la violencia del narcotráfico ni tampoco a sucesos desgarradores como el secuestro de los feligreses de la Iglesia La María (1999) y de los diputados de la Asamblea del Valle (2002), que posteriormente fueron asesinados por la guerrilla que los tenía cautivos.
Aún con su corazón roto de dolor, Cali optó por el perdón como la vía para curar tantas heridas abiertas.

Desastres naturales, así como olas de inmigrantes también se han cruzado por las calles de la Sultana del Valle.

Sin embargo, una de las mayores adversidades de todos los tiempos es la que vive actualmente por causa del Covid-19. Desde marzo pasado, el virus le ha arrebatado a muchos de sus hijos y tiene en clínicas y hospitales a cientos luchando por sobrevivir.

De la celebración a la reflexión

El de hoy será un cumpleaños inédito, porque los caleños no podrán salir de sus casas a celebrar, debido al confinamiento. Los pocos que estarán en las calles será para combatir a este enemigo silencioso, poniendo sus conocimientos al servicio de la salud, la seguridad y el progreso.

De hecho, un factor a destacar es que en medio de la emergencia han salido a flote la solidaridad de los caleños, las diferentes redes de apoyo espontáneas y la generosidad de la población en barrios y comunas para enfrentar la crisis.

Así lo manifiesta la secretaria de Bienestar Social del Municipio, Fabiola Perdomo, para quien “el Covid le dio sentido a la vida; entendimos lo vulnerables y frágiles que somos y lo fácil que es llegar a situaciones adversas”.

También hay que resaltar, agregó, la capacidad de reacción positiva por parte del Gobierno local ante situaciones de esta magnitud.

En eso coincide la presidenta de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, Acsc, Lina Triana, al expresar que “cuando se conoció de la existencia del coronavirus en la ciudad, desde la Gobernación del Valle se conformó un Comité Covid, que ha estado activo con el aporte de profesionales de diferentes especialidades, instituciones de salud y líderes gubernamentales con canales de comunicación abiertos y dispuestos a escuchar. Así es como se construye para dar lo mejor de cada uno en bien de nuestra ciudad”, puntualizó la doctora Triana.

Sin duda, esta ha sido una emergencia sanitaria que ha unido a toda la comunidad médica. “A través de acciones proactivas se está formulando el sustento científico para que nuestros gobernantes tomen decisiones correctas y superemos así, juntos, de la mejor manera, esta crisis”, anotó la profesional.

“Esta pandemia nos ha enseñado que solos no podemos, que debemos volver al concepto que si yo me cuido, estoy cuidando a los demás, lo cual hace parte de una cultura ciudadana. Y para ello es necesario retornar al civismo que tanto renombre le ha dado a Cali a nivel nacional. Ese debe ser el ideal colectivo que nos ayuda también a tener disciplina en emergencias como la actual”, enfatizó la presidenta
de Acsc.

Unidos por una misma causa

Desde marzo pasado, con la llegada del Covid-19, en la ciudad se han puesto en marcha diversas estrategias para salvaguardar la vida de toda la comunidad.

Es así como, además del aislamiento obligatorio, se han implementado medidas como el toque de queda, la ley seca, el pico y cédula y el cierre de establecimientos, entre muchas iniciativas.

Asimismo, desde la Alcaldía se lanzó la campaña ‘Guardianes por la vida somos todos’, la cual busca impactar en la cultura de los caleños para fortalecer sus medidas de cuidado para consigo mismos y con los demás.

Dicha estrategia incluye un decálogo de acciones diarias, entre las cuales se motiva al uso correcto del tapabocas, la colaboración en la desinfección del espacio público, fomentar las buenas prácticas de autocuidado, usar más frecuentemente la bicicleta, garantizar las conductas de bioseguridad en el trabajo y hacer uso responsable de la información que llega por redes sociales.

Al respecto, el Secretario de Paz y Cultura Ciudadana, Danis Rentería, explicó que la idea es que todos, desde niños a adultos mayores, asuman el catálogo y lo implementen en estos momentos difíciles que atraviesa Cali.

A su vez, Fabiola Perdomo hizo un llamado a la unión, “a que nos cuidemos entre todos y todas ante esta situación de riesgo, porque lo que viene nos debe encontrar muy cohesionados como sociedad. Esto es lo único que nos ha permitido sobrevivir a otros momentos difíciles y nos evitará derrumbarnos ante la creciente crisis sanitaria, social y económica en la que nos encontramos”.

Recordó, además, que Cali tiene en su ADN la capacidad de resistencia y creatividad que la impulsan a sobreponerse para seguir siendo la ciudad líder del Suroccidente del país. 

Sin duda, esta vez no será la excepción, Cali nuevamente se levantará.



Cortesía de elpais.com