Tranquilo, pacífico y armónico es el ambiente en el corregimiento La Buitrera, ubicado en el sur de Cali. Sus habitantes dicen que la relación entre los miembros de la comunidad es cordial dado que las familias se conocen. Por esta razón, se mostraron sorprendidos ante un caso de agresión física entre dos adolescentes.
Ante los hechos, ocurridos hace aproximadamente 20 días, la Institución Educativa La Buitrera, en la cual se encuentran matriculados los menores, activó la ruta de atención que existe para atender este tipo de situaciones y, con el acompañamiento del Comité Municipal de Convivencia Escolar (Comce), se procedió a mediar para resolver el conflicto.
“Desde el Comce hemos hecho un seguimiento constante a la convivencia en las instituciones educativas”, afirmó Adriana Quiñones, funcionaria de la Secretaría de Educación y coordinadora del Comité Municipal de Convivencia Escolar.
Este acompañamiento contempla, entre otras acciones, el diálogo con los estudiantes y sus acudientes, así como la concertación de algunas medidas formativas con los actores involucrados, para evitar la repetición de situaciones de violencia escolar.
“Sean tolerantes, recuerden siempre los valores. Quiero invitarlos a que antes de actuar acudan a sus familiares, profesores o al rector. No actúen por impulso, primero el diálogo”, afirmó la estudiante María Ramírez*, quien se vio involucrada en el caso de agresión y reconoce el apoyo que ha recibido de la comunidad educativa, especialmente de los maestros.
Julia Villada, profesora de la Institución, manifestó: “los docentes siempre estamos atentos a nuestros estudiantes para escucharlos y ayudarles a solucionar los posibles conflictos que se puedan presentar. Este es el segundo hogar de ellos y estamos con las manos abiertas para colaborarles en lo que necesiten”, comentó.
De esto da fe el joven Samuel Hoyos, estudiante de grado décimo, quien señaló que en el plantel “los profesores y los estudiantes nos tratamos con respeto para generar un ambiente de paz”.
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La educación, un acto de corresponsabilidad
La educación de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes es una labor de corresponsabilidad entre la escuela y la familia, pues los padres, madres y acudientes juegan un papel clave en la formación de los menores. Así lo considera la mamá de la joven María Ramírez*, quien invitó a los padres de familia a estar atentos al comportamiento de los estudiantes.
“Hagamos acompañamiento a nuestros hijos. Si están callados, distraídos o si muestran actos de rebeldía, es porque algo está mal. Si nuestros hijos quieren hablar, prestémonos para escucharlos. Para eso estamos, para el diálogo y para evitar los conflictos.”, afirmó.
*Nombre cambiado para proteger la identidad de la estudiante.